Transmítela
Busca activamente la manera de ayudar a otros
El calor del sol evapora el agua de océano, y se forman las nubes al elevarse el aire cálido y húmedo. Éstas arrastran el agua al interior y la dejan caer en forma de precipitación, brindando humedad para que las plantas puedan crecer y sostener la vida. Eventualmente, el agua regresa al océano y ciclo se repite.
Cada paso en el ciclo hidrológico trabaja en conjunto para regar el paisaje. En forma similar, la generosidad puede inspirar a los individuos a alcanzar su pleno potencial y a su vez beneficiar a otros.
Desarrolla recursos
La generosidad no se limita a un tiempo, día o estación del año en particular.
Siempre debemos mejorar nuestro carácter y recursos para tener algo que ofrecer a los demás. Las necesidades surgen inoportunamente. Los compañeros de trabajo necesitarán ayuda justo cuando se cumple el plazo para completar una tarea. Los clientes llegan todos al mismo tiempo con diferentes necesidades. Dedícate a la tarea que tienes ante ti.
Enfoca las necesidades
Aunque pensamos en la generosidad en términos filantrópicos, también podemos practicarla en nuestros asuntos rutinarios. Por ejemplo, los vendedores de autos tienen un lote lleno de autos que vender, y su comisión aumentaría si vendieran uno a cada cliente. Un vendedor generoso, sin embargo, toma el tiempo para buscar un vehículo que llene las necesidades de su cliente, no importa si éste le compra o no.
Un comprador de autos generoso, por otro lado, considera las necesidades de los vendedores y trata de hacer arreglos que beneficie a ambas partes.
Discierne la mejor solución
La generosidad en una actitud que no envidia lo que otros tienen sino que busca beneficiar a los demás según sus necesidades. Proveer albergue y capacitación a los necesitados, es generosidad. Ofrecer alimento y abrigo a alguien que escapa de la ley, sin embargo, no satisface la principal obligación que es asumir su responsabilidad personal.
La generosidad bien ordenada tiene un efecto multiplicador que permite el crecimiento de todos los involucrados. Estos beneficios se esparcen en toda dirección, creando beneficios similares en la vida de los demás y encontrando eventualmente su camino de regreso al donante original. La mezquindad puede parecer una forma de enriquecerse, pero a fin de cuentas conduce a la decadencia y al estancamiento. Disfruta la satisfacción de ayudar a otras personas a alcanzar sus metas.
Busca activamente la manera de ayudar a otros
El calor del sol evapora el agua de océano, y se forman las nubes al elevarse el aire cálido y húmedo. Éstas arrastran el agua al interior y la dejan caer en forma de precipitación, brindando humedad para que las plantas puedan crecer y sostener la vida. Eventualmente, el agua regresa al océano y ciclo se repite.
Cada paso en el ciclo hidrológico trabaja en conjunto para regar el paisaje. En forma similar, la generosidad puede inspirar a los individuos a alcanzar su pleno potencial y a su vez beneficiar a otros.
Desarrolla recursos
La generosidad no se limita a un tiempo, día o estación del año en particular.
Siempre debemos mejorar nuestro carácter y recursos para tener algo que ofrecer a los demás. Las necesidades surgen inoportunamente. Los compañeros de trabajo necesitarán ayuda justo cuando se cumple el plazo para completar una tarea. Los clientes llegan todos al mismo tiempo con diferentes necesidades. Dedícate a la tarea que tienes ante ti.
Enfoca las necesidades
Aunque pensamos en la generosidad en términos filantrópicos, también podemos practicarla en nuestros asuntos rutinarios. Por ejemplo, los vendedores de autos tienen un lote lleno de autos que vender, y su comisión aumentaría si vendieran uno a cada cliente. Un vendedor generoso, sin embargo, toma el tiempo para buscar un vehículo que llene las necesidades de su cliente, no importa si éste le compra o no.
Un comprador de autos generoso, por otro lado, considera las necesidades de los vendedores y trata de hacer arreglos que beneficie a ambas partes.
Discierne la mejor solución
La generosidad en una actitud que no envidia lo que otros tienen sino que busca beneficiar a los demás según sus necesidades. Proveer albergue y capacitación a los necesitados, es generosidad. Ofrecer alimento y abrigo a alguien que escapa de la ley, sin embargo, no satisface la principal obligación que es asumir su responsabilidad personal.
La generosidad bien ordenada tiene un efecto multiplicador que permite el crecimiento de todos los involucrados. Estos beneficios se esparcen en toda dirección, creando beneficios similares en la vida de los demás y encontrando eventualmente su camino de regreso al donante original. La mezquindad puede parecer una forma de enriquecerse, pero a fin de cuentas conduce a la decadencia y al estancamiento. Disfruta la satisfacción de ayudar a otras personas a alcanzar sus metas.
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