Aprende a anticipar lo que los demás necesiten
Para mantener sanas nuestras relaciones interpersonales, es preciso que tomemos la iniciativa. Por ejemplo; cuando una nueva familia se muda a tu vecindario, puedes tomar la iniciativa de ir a darles la bienvenida al barrio, También puedes ofrecerte para ayudarles a arreglar el patio.
Incluye a los demás
Sea que te encuentres en una situación conflictiva, o que solo estés participando en una conversación amistosa, asegúrate de entender bien lo que la otra persona está diciendo. Cuando escuchas con atención, les das a los demás la oportunidad de explicarse, y te evitas los malentendidos.
Haz algo
Algo que ayuda mucho a las relaciones interpersonales es el compartir intereses o actividades. En algunas situaciones esto surge naturalmente. En otras, hace falta que muestres interés en algo porque eso le interesa al otro. Por ejemplo, si un miembro de tu familia le gusta escuchar música clásica, no estaría de más que hicieras un esfuerzo por apreciar esa clase de música.
Resuelve los conflictos
No juzgues hasta que te hayas puesto en el lugar del otro, y hayas tratado de comprender sus razones para actuar. Esto no significa que excuses lo que está mal hecho, pero te ayuda a adquirir una perspectiva más exacta de la situación. Si eres tu el que ha hecho algo mal, u ofendido a otro, toma responsabilidad por lo que has hecho, y pide perdón.
Aplicaciones practicas de la iniciativa
ü Ten el ojo abierto para lo que se necesite en la casa, y hazlo sin que lo pidan.
ü Sueña con los objetivos de los miembros de tu familia y ayúdales a alcanzar sus metas.
ü Si ves algún problema, no lo dejes para otro día; resuelve el conflicto sin tardanzas.
ü Toma la iniciativa para componer las relaciones rotas, y aclarar los malentendidos.
ü Toma parte en lo que interesa a los demás, y comparte sus preocupaciones.
ü Inicia las conversaciones, pero no te muestres entremetido ni oficioso.
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